sábado, 18 de octubre de 2008

Sobre el Conflicto

La etapa de enfrentamiento militar del conflicto entre el ejército y los rebeldes concluyó formalmente el 12 de enero cuando el entonces presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari decretó un cese al fuego, en respuesta a las movilizaciones nacionales e internacionales. Desde entonces, se ha desarrollado en Chiapas lo que muchos observadores han calificado como una guerra de ‘baja intensidad’. Se dio una fuerte ocupación militar de la llamada ‘zona de conflicto’, que comprende los municipios de Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, y de regiones adjuntas. Hubo miles de desplazados, inicialmente sobre todo adversarios del EZLN de la zona de conflicto y personas que temían quedarse atrapados entre dos fuegos, después también bases zapatistas huyendo de la ocupación militar. Han sido frecuentes las denuncias de violaciones de derechos humanos y de hostigamiento sufridas por los zapatistas, tanto de parte de los militares como de grupos paramilitares que se fueron formando con los años, después de 1994. Uno de los episodios más dramáticos fue lo que se conoció como la ‘masacre de Acteal’, el 22 de diciembre de 1997, cuando un grupo de paramilitares asesinó (prácticamente bajo los ojos de las fuerzas policíacas) a 45 personas, hombres, mujeres y niños, refugiadas en una ermita en Acteal, municipio de Chenalhó.

El primer intento de diálogo entre las partes en conflicto (el EZLN y el gobierno mexicano) se dio en la primavera de 1994, en el llamado ‘Diálogo de la Catedral’, pero no fue exitoso. El diálogo se reanudó en 1995, después de la formación de una comisión que representaba al gobierno federal, la COCOPA (Comisión por la Concordia y la Pacificación). Se acordaron pláticas a través de varias mesas a llevarse acabo en San Andrés Larrainzar, empezando con la que trataba sobre derechos y cultura indígena. Dichas pláticas terminaron con la firma de los Acuerdos de San Andrés, en Febrero de 1996.

Tal firma levantó las esperanzas para una solución del conflicto. Sin embargo, cuando el gobierno mexicano se negó a aceptar una propuesta de reforma constitucional basada en los Acuerdos, el proceso de paz entró en una profunda crisis. Las relaciones sociales en Chiapas se descompusieron gravemente. Después del drama de Acteal a finales de 1997 los años que siguieron estuvieron marcados por represión hacia los zapatistas y un creciente antagonismo entre zapatistas y sus adversarios en el campo. Hubo una creciente actividad de grupos paramilitares, posiblemente apoyados por el ejército mexicano. Un segundo momento de esperanza surgió con la elección de Vicente Fox y su promesa de enviar la propuesta de reforma constitucional al congreso mexicano. Este episodio, sin embargo, también terminó en decepción cuando en la primavera de 2001 se aprobó una ley indígena que distaba mucho de lo pactado años antes en San Andrés. El proceso de paz sigue entonces en un impasse. De parte del gobierno federal parece no haber ya una política hacia un proceso de paz sino solamente una política de contención del conflicto. En Chiapas, en enero de 2001 asumió el gobernador Pablo Salazar, quien rompió con la política confrontacional de su antecesor. No ha podido reanudar el diálogo con el EZLN, pero logró tranquilizar las relaciones en el campo. Los zapatistas por su parte desde 2001 se han concentrado en la construcción de la autonomía y el ‘buen gobierno’ en los hechos.

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Fuentes:
http://www.iisg.nl/labouragain/documents/vanderhaar.pdf

Sobre el NAFTA


El Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC), es un acuerdo económico, cuyo nombre original es North American Free Trade Agreement (NAFTA), que establece la supresión gradual de aranceles, y de otras barreras al librecambio, en la mayoría de los productos fabricados o vendidos en América del Norte, así como la eliminación de barreras a la inversión internacional y la protección de los derechos de propiedad intelectual en dicho subcontinente. El TLC fue firmado por Canadá, México y Estados Unidos el 17 de diciembre de 1992, y entró en vigor el 1 de enero de 1994: fue aprobado en 1993 por las asambleas legislativas de los tres países, y exigía la inmediata supresión de los aranceles que gravaban la mitad de las mercancías estadounidenses exportadas a México. En éste último, las objeciones se referían tanto a la posible pérdida de soberanía económica como al temor de que el acuerdo reforzara la posición del hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI). A pesar de todo, el acuerdo fue finalmente ratificado en el mes de noviembre.

La rebelión por parte de Movimiento Zapatista se inició el 1 de enero de 1994 en el estado mexicano de Chiapas contra el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presidido por Carlos Salinas de Gortari, aprovechando que en esa fecha se producía la incorporación de México al Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC). El motivo de la sublevación fue la protesta ante la situación de extrema pobreza de los indígenas y campesinos de todo el país, la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado como de la República en su conjunto, con el objeto de que fueran respetadas y valoradas las diferentes culturas de los grupos que viven en todo el país. A su cabeza estaba la Comandancia General, compuesta por indígenas de la región, pero fue el vocero mestizo, el elocuente subcomandante Marcos, quien se convirtiera en el más conocido de sus líderes.

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Fuentes:
Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2004.
http://www.iisg.nl/labouragain/documents/vanderhaar.pdf

viernes, 17 de octubre de 2008

Síntesis: Negociaciones



El movimiento, liderado por el subcomandante Marcos, abrió negociaciones con el gobierno mexicano para alcanzar acuerdos que reconocieran el derecho al auto-gobierno de las comunidades indígenas: sólo en Chiapas viven 900.000 descendientes de los mayas-quiché. El 19 de enero de 1996, el gobierno y la guerrilla alcanzaron el primer consenso: incorporar en la Constitución el reconocimiento de la autonomía indígena. Meses después, el EZLN acordó transformarse en un grupo político para participar en una mayor democratización del país. Esta transformación no se llevó a efecto, de alguna manera, hasta septiembre de 1997, cuando fue anunciada en la capital mexicana la creación del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) como brazo político del zapatismo, después de una multitudinaria manifestación.

El camino hacia la paz vivió un hito histórico en 2001, durante la presidencia de Vicente Fox. El 24 de febrero de ese año, Marcos y otros 23 líderes zapatistas iniciaron en San Cristóbal de las Casas una marcha pacífica hacia la ciudad de México, a la que llegaron el 11 de marzo tras haber recorrido 12 estados. El día 28 de ese último mes, un miembro del EZLN habló desde la tribuna del Congreso mexicano, defendiendo la aprobación de una ley sobre derechos y culturas indígenas que concediera también una amplia autonomía a las 57 etnias del país. Fue el punto de partida para la reactivación del diálogo con el gobierno de Fox, que ya en diciembre del año anterior (cuando inició su mandato) había elevado al Congreso un proyecto de ley en tal sentido y desmantelado retenes militares en Chiapas.

A diez años del levantamiento, los zapatistas constituyen un movimiento armado que no se propone tomar el poder del Estado en México, sino construir una sociedad esencialmente distinta, diferente, sobre principios comunitarios. Y sobre todo, llevar adelante una profunda transformación cultural, a contrapelo de los valores del mercado. Como dice Marcos, la construcción de un mundo en que quepan muchos mundos. El zapatismo no espera nada del Estado, ni de la política representativa. El EZLN tiene en Chiapas su propio territorio y desde 1994 funcionan allí los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ). También organiza foros o espacios de encuentro en la selva Lacandona, denominados Aguas calientes.

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Fuentes:
Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2004.
“Historia Latinoamericana en el contexto mundial siglo XX” / Marisa Gallego.

Síntesis: Comienzos

El 1º de enero de 1994, estalló en México un levantamiento campesino –de grupos indígenas chamula, tzeltal, tojolabal, chol y lacandón– que instaló un debate nacional acerca del NAFTA, el acuerdo firmado por Estados Unidos, Canadá y el Estado mexicano, que elimina el proteccionismo y las barreras arancelarias entre los tres países.

Este acuerdo representa la continuidad y culminación de la política económica neoliberal aplicada en los ’90, que significó una mayor desigualdad y pobreza para amplias mayorías de la población.

El mismo día que entraba en vigencia el tratado, se produjo el alzamiento zapatista en demanda de tierras para las comunidades indígenas. El motivo de la sublevación fue la protesta ante la situación de extrema pobreza de los indígenas y campesinos de todo el país, la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado como de la República en su conjunto, con el objeto de que fueran respetadas y valoradas las diferentes culturas de los grupos que viven en todo el país.

El movimiento armado ocupó simultáneamente y por sorpresa cuatro municipios del estado de Chiapas, en el sur de México, adoptando el nombre de Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en homenaje al líder de la revolución mexicana Emiliano Zapata. Los zapatistas mantuvieron la autonomía en distintos pueblos de Chiapas y llevaron a cabo allí una reforma agraria: pese a ser uno de los estados mexicanos que posee mayores recursos naturales (petróleo, maderas, minas y tierras fértiles para la práctica agrícola), en Chiapas es donde la desigualdad entre los distintos sectores sociales se ha mostrado históricamente de una manera más patente, ya que su organización sociopolítica sigue apoyada en las viejas estructuras sociales y políticas de carácter autoritario y latifundista.

Introducción


Durante la década de 1990, un nuevo impulso a la lucha contra las políticas neoliberales se produjo a través del resurgimiento de los movimientos en América Latina. Los principales focos de movilización se dieron en México, Bolivia y Brasil (zapatistas, cocaleros y los “Sin Tierra”, respectivamente), instalando en sus países un debate nacional sobre las reformas agrarias. Otros lugares en donde se dieron movimientos de este tipo fueron en Colombia, con la organización guerrillera de las FARC, o en países con fuerte presencia indígena, como Perú, Ecuador, Paraguay y Centroamérica.

Este blog en particular se centrará en el movimiento zapatista, nacido en el año 1994 en México, y que sigue en vigencia en la actualidad, después de más de diez años de su nacimiento.

Alumna: Florencia Corti.